La norma internacional de Auditoria 500 presenta la responsabilidad del auditor de diseñar y realizar procedimientos de auditoria para obtener la suficiente y apropiada evidencia de auditoria, explicando lo que constituye la evidencia de auditoria de estados financieros. Esta norma trata de toda la evidencia de la auditoria, a diferencia de las normas 200, 230, 315, 520, y 570 que presentan aspectos específicos relacionados con la evidencia de auditoria.
Dentro de los procedimientos de auditoria que el auditor puede preparar podemos encontrar:
Inspección: Examinar registros o documentos tanto internos como externos, que se presenta en papel, forma electrónica u otros medios.
Observación y revisión: Observación de un proceso o procedimiento desarrollado en la entidad.
Recalculo y reproceso: El recalculo es la verificación matemática de documentos y registros, y el reproceso la ejecución del auditor de procesos o procedimientos que se realizan en la entidad.
Confirmación: confirmación de terceros escrita o por medios electrónicos de aseveraciones, acuerdos o transacciones que presente la entidad.
Procedimientos analíticos: Evaluación de la información financiera mediante un análisis de los datos.Además se pueden incluir procedimientos que hagan parte de la investigación que se realizan para la evaluación del riesgo, pruebas a controles, detalles y procedimientos analíticos sustantivos, que le puedan brindar al auditor información relevante.
Durante el desarrollo de la auditoria, el auditor va obteniendo la evidencia que se va acumulando, de los registros contables y trabajo realizado por un experto de la administración; además puede recurrir a otras fuentes relevantes como los son auditorias previas y procedimientos de control de calidad que le puedan brindar evidencia suficiente y apropiada.
Al momento de que el auditor diseña y aplica los procedimientos para la recolección de evidencia, debe garantizar que la evidencia obtenida sea relevante y confiable. Es por esto que debe entender el proceso de la elaboración de los estados financieros, lo que implica conocer la experiencia y capacidad del experto de la administración y evaluar lo apropiado de su trabajo.
De la misma manera, cuando utiliza información de la entidad debe evaluar su exactitud e integridad, lo que le permite garantizar la confiabilidad y relevancia de la evidencia de auditoria que va obteniendo y de la cual emite conclusiones.
La confiabilidad de la evidencia de auditoria depende de su naturaleza y fuente, así como de las circunstancias bajo las que se obtiene, es por esto que la evidencia de auditoria es más confiable cuando se obtiene de fuentes independientes de la entidad, cuando el auditor la obtiene directamente y cuando existe en forma de documento, ya sea en papel, en forma electrónica u otro documento.
El auditor debe seleccionar las partidas a las que le aplicara las pruebas y procedimientos de auditoria, que sean efectivas y le permitan obtener la evidencia necesaria para cumplir con los objetivos de los procedimientos de auditoria. El auditor puede seleccionar todas las partidas, partidas específicas o mediante un muestreo de auditoria; esta selección depende de las circunstancias en que se está desarrollando la auditoria.
Cuando el auditor determina que la evidencia obtenida es inconsistente en relación a otra evidencia o tiene dudas sobre su confiabilidad, debe realizar las modificaciones pertinentes en los procedimientos de auditoria para resolver las dudas, y revisar los efectos que pudieran existir de esta evidencia.
A continuación se presenta un vídeo con información ilustrativa de la NIA 500:
Informacion muy interesante la presentada en todas las NIAS anteriores asi como en esta, es clave tener los lineamientos para hacer las auditorias
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